Hoy El País habla de espacios urbanos que se organizan de forma cooperativa, combatiendo la invasión del asfalto y la gentrificación. Hace un recorrido por algunos de estos lugares, de la mano de colectivos como Pezestudio, y entre ellos… ¡sale la huerta!
Os pegamos los 2 párrafos sobre la huerta:
La huerta de Tetuán nació en 2014, fruto de la cesión del uso de un solar de titularidad municipal en el marco del proyecto Paisaje Tetuán. La iniciativa, promovida por Ayuntamiento de Madrid en colaboración con diversos colectivos y vecinos del barrio, tenía como objetivo explorar las posibilidades de mejora del paisaje urbano mediante intervenciones de carácter artístico. De este modo, el proyecto cooperativo resultante planteó dos ámbitos de trabajo: por un lado el orientado a visibilidad y revalorización de artistas emergentes y sus intervenciones y por otro la adecuación de un espacio verde de uso colectivo.
El proyecto ha perdurado en el tiempo y sigue activo gracias a las redes que ha creado con el barrio proponiendo usos y actividades para todos los públicos, haciendo que la comunidad se sienta parte del proyecto. “Esta forma de diseñar –desde las necesidades y con los futuros usuarios– tiene una durabilidad mayor ya que no estás imponiendo ni presuponiendo nada”, concluye Maé Durant recordando los procesos participativos que Pezestudio llevó a cabo en el solar para diseñar una cubierta de madera multiusos.
🌿 Maravilloso el taller de imprimación vegetal que nos regaló ayer la artista Noelia Portilla. Disfrutamos muchísimo creando espectros vegetales y… ¡manchándonos las manos! 🖐️🎨😍
No podemos estar más agradecidas e impactadas con el ambiente de conexión, tan especial, que vivimos el otro día gracias al Quejío por Palestina.
Nuestro vecino Martín lo resumió fenomenal en su Instagram:
La noche de ayer en @huertadetetuan fue algo muy especial y bello con Quejío por Palestina, que nos regaló belleza, sensibilidad, lamento y esperanza. Lo que vivimos ayer creo que fue uno de esos momentos esenciales en los 10 años que llevamos en este huerto y que representa muy bien cuál ha sido su espíritu. Un éxito de donaciones para la causa Palestina y un empujón de energía. Mil gracias a estos jóvenes que llevan el arte y la implicación social en las venas por la noche maravillosa. También por el concierto en familia después del concierto.